En el corazón del Peak District, rodeado de colinas y aguas termales, el pueblo de Buxton se ha convertido en un inesperado símbolo político del auge de Reform UK. Con apenas 20.000 habitantes y una presencia migratoria mínima, este rincón de Derbyshire refleja cómo el debate sobre inmigración en el Reino Unido ha calado incluso en comunidades donde casi no hay inmigrantes.
En las elecciones locales de mayo de 2024, Reform UK, liderado por Richard Tice y heredero del espíritu del Brexit Party, logró un avance histórico: ganó el Consejo del Condado de Derbyshire y se impuso en uno de los dos distritos electorales de Buxton. En el otro, quedó a solo unos puntos de los conservadores.
Más allá de los resultados, el caso de Buxton plantea una pregunta clave: ¿por qué un pueblo sin inmigrantes vota movido por el miedo a la inmigración?
El auge de Reform UK en Buxton
A unos 400 kilómetros de Dover, punto de llegada de las pequeñas embarcaciones que cruzan el Canal de la Mancha, Buxton parece estar muy lejos de la crisis migratoria británica. Ningún hotel alberga solicitantes de asilo y, según datos oficiales del Gobierno británico, en junio de 2024 no había ningún refugiado ni solicitante de asilo en el distrito de High Peak.
Sin embargo, casi uno de cada tres votantes apoyó a Reform UK en las urnas.
“Veo caras que no conocía antes”, comenta Robert Stordy, de 74 años, mientras recorre el mercado local. “No sé de dónde son, pero creo que muchos vienen a trabajar, no porque huyan de algo”. Pese a su tono moderado, su preocupación es clara: “Nuestros servicios públicos están saturados. El NHS está colapsado y eso pone presión sobre los médicos locales”.
Esa sensación —más emocional que basada en hechos— se repite entre muchos mayores de Buxton, donde la población envejecida supera la media nacional.
“Los jóvenes están en contra de Reform UK; los mayores los apoyan”, resume Ian Howarth, propietario del Queen’s Head Hotel. “Es un tema generacional. Los jóvenes ven el mundo de otra manera”.
Inmigración y generación: dos visiones opuestas
Entre los jóvenes del Buxton Community School, la percepción es muy distinta. En una conversación con diez estudiantes, todos coincidieron en que los inmigrantes son víctimas del discurso político actual.
“Si los que llegan en los botes fueran ricos y blancos, nadie se quejaría”, dice Henry, de 17 años. Su compañero Elliott añade: “Huyen de horrores y nosotros los tratamos como si no fueran bienvenidos”.
Aunque aún no pueden votar, su visión contrasta con la de sus padres y abuelos. En las últimas elecciones locales, Reform UK obtuvo 42 de los 64 escaños del condado y se hizo con el control de nueve autoridades locales en Inglaterra. En Buxton, la recién elegida concejala Melandra Smith se ha convertido en una de las caras visibles del movimiento.
De activista vecinal a figura política
Antes de entrar en política, Smith era una activista conocida por reclamar mejores carreteras y un consejo municipal. Su salto político coincidió con un momento tenso: la propuesta de la Universidad de Derby de convertir su residencia estudiantil vacía en alojamiento para solicitantes de asilo.
El plan, anunciado en 2023, desató una fuerte oposición vecinal y fue finalmente cancelado en 2024. Para Smith, fue “una llamada de atención para el pueblo”.
“Desde entonces, recibo muchos mensajes de vecinos preocupados por si usarán otros edificios para lo mismo”, explica. “Algunas preocupaciones son exageradas, pero nacen del miedo y de la falta de un plan nacional claro para gestionar la inmigración ilegal en Reino Unido”.
Desconfianza, desencanto y nostalgia
Buxton no solo es escenario del debate sobre inmigración, sino también de un profundo desencanto político.
“Ya no creo en nadie”, dice Yvonne, de 50 años, mirando los escaparates vacíos de la calle principal. “Te prometen una cosa y hacen otra. Da igual a quién votes”.
El pueblo ha visto fracasar proyectos clave, como el centro médico de 20 millones de libras que nunca recibió financiación estatal. El terreno vacío es hoy un símbolo del abandono institucional que sienten muchos vecinos.
“Queremos un pueblo vivo, con tiendas útiles y un centro médico nuevo”, añade Yvonne. “Pero lo único de lo que se habla es de inmigración”.
Esa mezcla de frustración y nostalgia es común entre los votantes mayores. En contraste, los jóvenes como Jodie, de 18 años, muestran un cinismo resignado:
“Algunos de mis amigos quieren irse de Reino Unido. No vemos futuro. Todo parece ir a peor… aunque, pensándolo bien, quizá eso sea lo que me da esperanza: que no puede empeorar mucho más”.
Un espejo de las tensiones del Reino Unido
A pesar de su belleza natural y su ambiente tranquilo, Buxton se ha convertido en un espejo de las contradicciones políticas del Reino Unido.
Es un pueblo casi sin inmigración donde el tema domina las conversaciones. Una comunidad que se siente olvidada por los grandes partidos y que busca refugio en el discurso de “recuperar el control” que popularizó el Brexit.
El auge de Reform UK en lugares como Buxton no se explica por los datos, sino por las emociones: miedo, desconfianza y nostalgia.
Mientras el país debate sobre fronteras, migración y el futuro del NHS, muchos británicos en el corazón de Inglaterra solo piden algo más simple: volver a creer que su futuro puede ser mejor que su pasado.
Fuentes Noticias:
Crédito Imágenes:
“Buxton scene, autumn” © Andrew Hill, licencia CC BY-SA 2.0 —Wikimedia Commons
“Buxton Opera House in Buxton, Derbyshire, England” © Amanda Slater, licencia CC BY-SA 2.0 — Wikimedia Commons
Nigel Farage backstage en BBC Radio 4’s Any Questions (Hurstpierpoint, 5 de mayo de 2017) — Foto de Steve Bowbrick, disponible en Wikimedia Commons, bajo licencia CC BY 2.0.
Nigel Farage backstage en BBC Radio 4’s Any Questions (5 de mayo de 2017) — Foto de Steve Bowbrick, disponible en Wikimedia Commons, bajo licencia CC BY 2.0.
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